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Foto del escritorClaudia Navarro Corona

Cuando el Aula Quema: Cómo Identificar y Superar el Burnout Docente

Actualizado: 24 sept

Con la llegada de las redes sociales y la posibilidad, que se potenció tras la pandemia, de grabar las clases que se imparten en línea, se hicieron públicos en internet múltiples videos en los que se muestran a docentes de todos los niveles educativos desbordándose emocionalmente y dirigiéndose de formas inapropiadas y reprochables hacia sus estudiantes.


Uno de los casos más virales fue protagonizado por un doctor en medicina de una de las principales universidades de Ecuador. El video muestra la conversación entre el docente y una de las estudiantes. El doctor interrumpe la exposición de una de las estudiantes para preguntar por una de las integrantes del equipo. La estudiante le explica:


…la señorita no se conectó a realizar el trabajo con nosotros, entonces, no sé si se va a conectar o no, porque realmente no nos colaboró…—.


Ante la respuesta de la estudiante, el profesor le preguntó:

¿Y, por qué diablos no me avisan?.


La estudiante comienza a explicar que ella no sabía que su compañera no estaba conectada y, al tratar de exponer sus razones, se presenta el momento más álgido de la conversación cuando el profesor la interrumpe exigiéndole, sin motivo, que no le suba la voz.


¡Bájeme la voz!, ¡Bájeme la voz!, ¡cuidado! ¡Bájeme la voz!, ¡cuidado cómo hable conmigo!, ¡cuidado!... ¡No sea mentirosa!... ¡Bájeme la voz, carajo! ¡Bájeme la voz!, ¡Bájeme la voz!, ¡Bájeme la voz! ¡Malcriada, aprenda a repestar. ¡Bájeme la voz! Majadera.

“Mentirosa…”, “Malcriada…”, “Majadera”; “aprenda a respetar”, fueron parte de las acusaciones que el profesor lanzó a la estudiante, quien, atónita, escuchaba los insultos frente a sus compañeros.


Finalmente, el profesor concluye:

Tienen cero en el grupo, y ¡vayan a reclamar con quien les dé la gana!, ojalá así me boten pronto de esa pendejada de univ…[se corta el video].



¿Docente malcriado y majadero, o profesor en burnout?


Las críticas de los internautas no se hicieron esperar. Los usuarios de X opinaron sobre la necesidad de vigilar la educación, resaltaron lo terrible de la situación y algunos señalaron que el profesor pudo haber tenido un sinfín de problemas como presión, estrés, deudas o “cachos” que lo llevaron a actuar de esta manera.





Si bien la respuesta políticamente aceptable sería solicitar al profesor su renuncia o despedirlo, sobre todo después de que él mismo expresó su deseo de que lo despidieran, la realidad es que este comportamiento muestra múltiples señales de burnout.




¿Qué es el burnout?


El término burnout fue descrito por Freudenberg en 1974, pero fueron Maslach y Jackson en 1986 quienes lo definieron como un trastorno adaptativo que se presenta como respuesta al estrés y presión laboral continua (Esteras, Chorot y Sandín, 2014). Comúnmente, a este agotamiento profesional se le refiere como “estar quemado” debido a un agotamiento intenso que abarca lo físico, lo mental y lo emocional, resultado del estrés laboral (Fernet, Guay, Senécal, & Austin, 2012).


La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el estrés laboral como la epidemia del siglo XXI (OMS, 2019). En México, se registran 19,000 infartos al año ocasionados por el estrés laboral. De acuerdo con Rodríguez, Guevara y Miramontes (2017), una encuesta realizada por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reveló que México ocupa el primer lugar con mayor porcentaje de estrés relacionado al trabajo a nivel mundial (Rodríguez et al., 2017).


Si bien este padecimiento puede presentarse en todos los campos profesionales, las investigaciones muestran que los docentes, junto con los trabajadores del sector de la salud, son el grupo profesional que más lo padece (Pinel, Pérez y Carrión, 2019; Matilde, Iglesias, Saleta y Romay, 2016; Skaalvik y Skaalvik, 2011). Específicamente, en el contexto educativo, se ha encontrado que la afectación por burnout suele asociarse a situaciones complejas; por ejemplo, la sobrecarga de trabajo, la falta de apoyo y reconocimiento, la poca coherencia entre los recursos disponibles o las condiciones para realizar el trabajo, el grado de exigencia en los resultados, el hostigamiento de jefes directos y superiores, y las relaciones conflictivas en el entorno educativo (Aris, 2009).


El burnout es una condición que se intensifica y llega al momento crítico después de largos periodos en condiciones no favorables. La fase más crítica puede incluir co.portamientos violentos o cínicos, tal como se ve en el video, que incluso, pide a los estudiantes que "vayan a reclamar a quien les dé la gana"; sin embargo, este padecimiento no siempre se manifiesta de forma tan evidente como en el caso del profesor ecuatoriano. Los síntomas pueden ser diversos y afectar diferentes dimensiones. Algunos ejemplos incluyen:


  • Cambios en el estado físico: Dolores de cabeza recurrentes, dolor de garganta, y trastornos del sueño.

  • Estado mental y desempeño: Menor interés en la actividad profesional, incluso en los alumnos; bajo desempeño, ausentismo, actitudes negativas respecto a los compañeros; malestar general al relacionarse con colegas, llegar tarde a clases o dar clases incompletas; disminución de la creatividad.

  • Afectaciones a la regulación emocional y las interacciones: Actuar con agresividad y violencia, sentirse deprimido y triste en el trabajo; irritabilidad excesiva mostrada con gritos o incluso golpes a objetos, contar los problemas personales a los alumnos, disfrutar los conflictos de terceros y ser conflictivo con colegas.


Como puede verse en los síntomas, el burnout no solo afecta a la persona que lo padece, sino que también perjudica el ambiente escolar, la calidad educativa y, como se vio en el video, la interacción con otros y el desarrollo de los estudiantes. Como consecuencia, las situaciones dañinas se incrementan, generando un círculo vicioso en el que se presenta pérdida o falta de autoridad, ambientes tensos, problemas con autoridades o padres, falta de autonomía en la toma de decisiones, mayor restricción institucional, despersonalización y desconexión con la profesión.



Soy docente y ya sufrí burnout, ¿Cuánto tiempo me llevará recuperarme?


La recuperación del burnout puede variar significativamente según la severidad de cada caso, el apoyo con el que cuente la persona y las estrategias de afrontamiento y de regulación emocional con las que cuente. Maslach y Leiter (2016) señalaron que los síntomas del burnout pueden empezar a mejorar en unos meses si se implementan intervenciones efectivas y se cuenta con el apoyo necesario. La disminución de la carga laboral y los cambios en el entorno de trabajo son indispensables. Sin embargo, en casos graves o de condición extendida, la recuperación puede llevar hasta dos años o más. Como experiencia particular, debo comentar que después de sufrir acoso laboral durante casi un año completo, me llevó poco menos de dos años recuperarme.


¿Cómo prevenir el burnout?


Schaufeli, Leiter, & Maslach (2009) mencionan que existen distintos elementos que favorecen la recuperación y prevención, como por ejemplo la modificación del entorno laboral; sin embargo, la participación en programas de bienestar, el manejo y regulación de emociones, y la reducción del estrés son piezas clave para prevenir el burnout o, en su defecto, acelerar la recuperación.


Cinco recomendaciones para mejorar y superar el burnout


Tratar el burnout es un tema complejo y, en la mayoría de los casos, es necesario acudir a profesionales de la salud para superar situaciones complejas, como psicólogos, psiquiatras y médicos. No obstante, hay algunas recomendaciones útiles en este tema que te ayudarán a prevenirlo y superarlo:


  1. Organización del trabajo: Limita tu actividad laboral a un periodo concreto y evita llevar trabajo a casa. Esto puede ser difícil para quienes trabajan desde casa o no cuentan con tiempo para la preparación de clases dentro de su horario laboral.


  2. Apoyo institucional: Fomenta un ambiente de apoyo y colaboración entre colegas y directivos. Si ya existen colegas “quemados” o tú mismo lo estás, es necesario plantear abiertamente la situación para que la institución brinde el apoyo necesario.


  3. Autocuidado: No te olvides de practicar actividades de autocuidado como ejercicio, meditación y hobbies.


  4. Formación continua: Regular las emociones no es un talento innato. Busca y participa en programas de formación y desarrollo profesional ofrecidos por profesionales en el área que te ayuden a enriquecerte con estrategias y técnicas para la regulación de situaciones y emociones. Si eres directivo y formador docente, no olvides que estas técnicas fortalecerán tu liderazgo y maximizarán los resultados de los docentes con quienes trabajas.


  5. Reconocimiento y valoración: Si eres líder, directivo o formador docente, no olvides implementar sistemas de reconocimiento y valoración del trabajo docente (NeuroClass, 2021).



Para conocer más sobre el tema


Como siempre, te dejamos aquí una lista de investigaciones para que conozcas más sobre el tema.


Te recomendamos también explorar sobre el tema del Bullying, otra forma de violencia que prevalece en las instituciones educativas.


  • Pinel Martínez, C., Pérez Fuentes, M. del C., & Carrión Martínez, J. J. (2019). Investigación sobre el burnout en docentes españoles: una revisión sobre factores asociados e instrumentos de evaluación. Bordón. Revista De Pedagogía71(1), 115–131. https://doi.org/10.13042/Bordon.2019.62122

  • Esteras, J., Chorot, P. y Sandín, B. (2014). Predicción del burnout en los docentes: Papel de los factores organizacionales, personales y sociodemográficos. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, 19(2), 79-92. doi: 10.5944/rppc.vol.19.num.2.2014.13059.

  • Matilde, M., Iglesias, S., Saleta, M. y Romay, J. (2016). Riesgos psicosociales en el profesorado de enseñanza universitaria: diagnóstico y prevención. Journal of Work and Organizational Psychology, 32, 173-182. doi: 10.1016/j.rpto.2016.07.001.

  • Skaalvik, E. M. y Skaalvik, S. (2011). Teacher job satisfaction and motivation to leave the teaching profession. Relation with school context, feeling of belonging and emotional exhaustion. Teaching and Teacher Education, 27, 1029-1038. doi: 10.1016/j.tate.2011.04.001.

  • Fernet, C., Guay, F., Senécal, C., & Austin, S. (2012). Predicting intraindividual changes in teacher burnout: The role of perceived school environment and motivational factors. Teaching and Teacher Education, 28(4), 514-525.

  • Arís Redó, N. (2009). El Síndrome de Burnout en los docentes. Electronic Journal of Research in Educational Psychology, 7(2), 829-848. https://www.redalyc.org/pdf/2931/293121945012.pdf

  • NeuroClass. (2021). Síndrome de burnout en profesores. https://neuro-class.com/sindrome-de-burnout-en-profesores.

  • Maslach, C., & Leiter, M. P. (2016). The Truth About Burnout: How Organizations Cause Personal Stress and What to Do About It. Jossey-Bass.

  • Schaufeli, W. B., Leiter, M. P., & Maslach, C. (2009). Burnout: 35 years of research and practice. Career Development International, 14(3), 204-220.

  • Pinel-Martínez, C., Pérez-Fuentes, M. C., & Carrión-Martínez, J. J. (2019). Investigación sobre el ‘burnout’ en docentes españoles: una revisión sobre factores asociados e instrumentos de evaluación. Bordón. Revista de Pedagogía. https://recyt.fecyt.es/index.php/BORDON/article/download/62122/43343?inline=1

  • @Mónica Vázquez (13 ene, 2021). Docente de la universidad @lacentralec en Quito, reclama y grita a estudiante porque su compañera de exposición no estaba presente. "Tienen cero y vayan a reclamar a quien les dé la gana y ojalá así me boten rápido de esa pendejada". X.com


 

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