¿Qué es lo que todo mundo espera de mi como director educativo?

En 2008 inicié a hacer investigación en temas relacionados con el liderazgo educativo y la dirección escolar. Primero, lo hice realizando investigación sobre las rutas de ascenso que siguen los directores educativos para llegar al puesto y sus trayectorias; luego realicé estudios sobre las motivaciones que se tienen para buscar el ascenso y la construcción de la autoridad. Después me dediqué a la evaluación de directivos y a la formación y profesionalización de personal directivo de distintos niveles educativos, incluidos los altos mandos y mandos intermedios en educación superior. En los últimos años me he enfocado en el análisis de las necesidades de formación y en la innovación para la formación directiva y la transferencia científica.

Esta ruta ha sido sino un camino para entender mejor los retos de la función; no obstante, me parece que dicha ruta nunca termina, las transformaciones y las exigencias que las personas que ocupan puestos de liderazgo son siempre cambiantes y se encuentran en transformación; apoyándome en el refrán mexicano: “como muestra un botón” ahí tienes dos botones: el botón de la pandemia y el botón del regreso a la presencialidad que trajeron nuevas demandas como el afrontamiento de los atrasos educativos producidos por esta situación global a las exigencias que ya exisistían para los lideres educativos.

Creo que es posible decir que todas las necesidades de formación que los directores y directoras me han compartido podría sintetizarse en que las personas en este tipo de función quieren apoyo para construir un estilo de liderazgo que responda a las demandas que tienen en su puesto.

Esta declaración puede parecer reduccionista para los ojos de algunos expertos en el tema; y puede que lo sea, al no declarar toda la variedad de exigencias que tienen las personas que lideran.

Consulté distintas herramientas sobre las búsquedas en internet y encontré que una de las preguntas más comunes que las personas hacen respecto al liderazgo es ¿cuál es el mejor liderazgo?, y seguramente tu también te lo has preguntado.

Como tú (y como miles de internautas), yo también me lo pregunté. Concluyo que el mejor liderazgo es el que atiende a las exigencias del entorno, y entonces aquí la pregunta cambia:

¿Cuáles son las exigencias al puesto directivo?

Entender qué se espera de los líderes y directivos educativos, ese es un tema aparte. Tanto en la literatura como en la política educativa internacional ha habido transformaciones en las expectativas que se tienen del personal directivo. Antes se esperaba que las instituciones educativas contaran con lideres instruccionales y pedagógicos y había una fuerte creencia de que para ser directivo de una institución educativa se debía ser buen profesor. Sin este antecedente podía la comunidad sospechar de las habilidades de liderazgo de la persona recién ascendida.

Hoy es ampliamente aceptado entre los investigadores educativos que el trabajo de los directivos incide más en el clima escolar que en el aprendizaje. El bienestar del personal y las condiciones del plantel; la motivación de los profesores, el sostenimiento del liderazgo y algunas otras decisiones de carrera del personal también pueden asociarse al desempeño de los directivos. Muchas de estas razones son las que explican porque el liderazgo es importante en las instituciones educativas.

Lo que se esperaba de los directivos ha cambiado. Ahora se espera que los directivos cuenten con habilidades blandas, sean más inclusivos y desarrollen esquemas de trabajo de poder descentralizado. En diferentes ocasiones, la OCDE ha declarado en sus documentos de política educativa la pregunta de ¿cómo desarrollar en los directivos nuevas habilidades para desempeñarse como líderes distribuidos?.

Esta tendencia, la de la participación y enfoque del liderazgo como un fenómeno social, también se refleja en la producción académica de los investigadores educativos. A nivel internacional, ha habido una evolución en la comprensión que se tiene del liderazgo y se ha superado la idea del líder carismático y transformacional para pasar a nuevos enfoques de estudio del liderazgo que se centran en el análisis del contexto, en los vínculos y en la búsqueda de la justicia para todos.

La pregunta hecha por la OCDE no es sencilla de responder, pues desarrollar esquemas de liderazgo distribuido necesitará de transformaciones en la oferta de formación de los directores educativos.

Mi interés en encontrar nuevos métodos de formación que permitan el desarrollo de líderes distribuidos y que faciliten la concesión entre pares y la disrupción en sus propios esquemas de entender el liderazgo y la relación que tienen con las personas con quienes trabajan. Entérate sobre esto en próximas entradas del blog.